Los Protagonistas: Alexis Murillo

Hoy comenzamos en Ticochess la sección "Los Protagonistas", en la cual tendremos comentarios y opiniones de los actores de la Final Absoluta 2011. Comenzamos esta sección con entrevista al Maestro Internacional Alexis Murillo Tsijili, actual subcampeón nacional.

Alexis, desde que recuerdo que subiste a primera división, creo que te has mantenido ahí casi en forma constante, hubo un par de años de retiro si no me equivoco.

En primera categoría estoy desde que gané el Campeonato de Segunda Categoría de la UCR en 1986. Ese año solo se hizo ese torneo clasificatorio y la FECODA (Federación Costarricense de Ajedrez) decidió reconocerlo como Campeonato Nacional de Segunda Categoría. Participo en los Campeonatos Nacionales Absolutos desde el año siguiente. En ese Campeonato Nacional de 1987 logré quedar en quinto lugar y desde ese año formo parte de la Selección Nacional hata hoy. Sólo en el año 2003 se interrumpió esa condición debido a que no participé en el Campeonato Nacional. Ese año 2003 había pensado en retirarme, pero el ajedrez tenía todavía muchas cosas reservadas para mí. El 2003 y parte del 2004 fue una época adversa en el plano personal, pero desde entonces cada año va mejorando. La paz interna también se refleja en un mejor ajedrez.

Se dice que el nivel en Costa Rica ha aumentado, sin embargo esto no se ha visto reflejado en el surgimiento de más maestros internacionales por ejemplo, y mucho menos en el ansiado Gran Maestro. ¿Dónde se ve reflejado ese crecimiento si es que lo hay?

Cuando usted ve que hasta los jugadores más débiles o menos dedicados tienen un conocimiento de aperturas superior al que tendrían hace apenas diez años, se termina convenciendo de que el nivel aumentó.
Cuando usted ve que si se descuida en un detalle táctico se lo perdonan menos que antes, y que hay que hacer un esfuerzo mayor para poder imponerse hasta en la primera ronda de un abierto, usted se termina convenciendo de que el nivel aumentó.
Todo esto habla del fenómeno de progreso general, que ha permitido que también nosotros, los maestros, hayamos aumentado nuestro propio nivel de juego. Esto habla de la calidad en general de las partidas. Pero ese es un fenómeno que ha sucedido aquí y en todo el mundo.
Algunos jugadores más jóvenes, de manera particular, han logrado destacarse en este proceso. En su momento fueron Alfonso Alfaro y Sebastián Ruiz, por mencionar a dos casos muy notorios de los últimos años. Esto no significa que sean los únicos. En la actualidad, los jugadores jóvenes que se destacan son Sergio Durán y Andrés Durán, aunque tampoco son los únicos.
El problema de que no hayan más jugadores que obtengan el título de Maestro Internacional o de Gran Maestro es relativo. Tiene que ver con dos situaciones: la primera es que si todos progresan en general, solo los más destacados se titularán de todas maneras. Además, en segundo lugar, para titularse hay que hacer sacrificios y competir con constancia. El espíritu de sacrificio es mucho más escaso que el talento.

Los ajedrecistas ticos tienen intervenciones esporádicas (se ve en todos los niveles) en torneos internacionales, y la realización de eventos en Costa Rica también anda por ese rumbo. No me refiero a que se hagan en CR torneos con ELO internacional, sino a la fuerza de los mismos. ¿Es este un factor clave para un estancamiento de nivel?

La verdad es que los torneos hoy no son tan escasos. Y no solo en nuestro país. La verdad es que un jugador decidido a participar tiene muchas oportunidades desde México hasta Colombia. Y un jugador costarricense puede jugar varios torneos en su propio país y salir de vez en cuando en el área mencionada. Claro, siempre en el fondo hay un problema de recursos, pero ahora no es tan agudo como cuando nos titulamos en los noventas Bernal González, Sergio Minero, Leonardo Valdés, Francisco Hernández y yo. O cuando a principios de la década pasada se titularon Mauricio Arias, Jaime Vagio y Alejandro Ramírez. El ejemplo de Alejandro Ramírez es el que muchos no han entendido: hay que jugar, jugar y jugar en cuanto lugar se puede, hay que jugar, jugar y jugar...
Hay una idea equivocada de que lo que hay que hacer es jugar en un par de torneos y tener los resultados necesarios y punto. Es cierto que algunos jugadores pueden tener los resultados en pocos torneos, el ejemplo notable es Jaime Vaglio, un verdadero prodigio y toda una institución en nuestro ajedrez nacional. Pero el nivel de él y su fortaleza interna es un caso excepcional. No se puede hacer el cálculo de jugar un torneo para obtener el título de Maestro Internacional y basar la obtención del título en ello. Por ejemplo, decir que en el Subzonal se saca el título con facilidad. Hay que jugar torneos con Elo Fide aunque no den norma de título todavía, y eso debe ser por lo menos cuatro o cinco veces al año. Los jugadores que hoy tienen la oportunidad de jugar esos torneos en Costa Rica y la desaprovechan están dejando pasar el tiempo y difícilmente se titularán. El nivel en general no se ha estancado, los que se han estancado son ciertos jugadores...¡charita por ellos!

Entrando de lleno en el Campeonato Nacional Absoluto, ya has sido campeón nacional anteriormente, pero ¿estás preparado para recuperar ese título? Será ese tu objetivo este año o cuéntanos cuál es tu meta para este evento.

Mi meta siempre es intentar jugar bien, quedar satisfecho con la calidad de las partidas o por lo menos la mayoría de ellas. Sé que esa manera de pensar no la comparten otros ajedrecistas, pero es sólo un asunto de perspectiva que al final conduce a lo mismo. Yo pretendo jugar lo mejor posible y que eso se refleje en los resultados. Otros piensan sobre todo en que hay que ganar las partidas, y que eso necesariamente se reflejará en la calidad de las partidas. Todos pueden pensar como deseen en estos temas de filosofía deportiva. Yo no quiero salir a extenderme en esa discusión. Solo intento concentrarme en jugar bien y que cuando logre volver a quedar campeón nacional las partidas sean memorables. Estoy seguro de que tengo posibilidades de renovar el título este o en años posteriores. De hecho, el año pasado logré quedar Subcampeón Nacional y no estuve lejos del primer lugar. Pero debo confesar que hay otras cosas en el ajedrez que también me causan una gran satisfacción y que son quizá hasta más importantes para mí. En primer lugar, ayudar a otros ajedrecistas jóvenes a progresar y alcanzar sus metas. Soy entrenador y a pesar de muchas dificultades me entrego plenamente a esa labor. Prefiero que quienes reciben mi entrenamiento tengan éxito al éxito mío, quizá porque yo ya logré algunas metas. También estoy muy entregado a la labor de recopilación de la historia del ajedrez costarricense. En eso debo nadar contra corriente porque, a pesar de ya tener dos libros publicados, muchos no creen que esa labor sea importante. Finalmente, tanto en Cartago como en la Federación hay labores en juntas directivas que deben ser atendidas, porque muchos jugadores necesitan ese apoyo. Por poner el ejemplo de los torneos de categoría en Cartago. La verdad, desearía contar con mayor apoyo, con más recursos, y no tanto para continuar con mi propia carrera como jugador, sino para poder cumplir mejor con las otras labores en las que he incursionado.

Y sobre los demás, ¿le tienes especial cuidado a alguno?, hay "sangre en el ojo" con alguno de los participantes. No tienes que decirnos su nombre obviamente, con un sí bastará. Pero agradecemos algún comentario adicional, ¡una pista!

No tengo especialmente sangre en el ojo con ninguno en particular. Por supuesto, uno lleva las cuentas con cada adversario y se cuida. No hay que permitir que alguien se emocione mucho por ganarle una partida a uno de vez en cuando. En particular, estoy contento de haber quebrado la mala racha con Bernal González, porque llevaba años de no ganarle, aunque muchas partidas quedaban tablas. También estoy contento de que la última partida con decisión entre Leonardo y yo haya sido a mi favor. Pero nada de eso me lleva al conformismo. Simplemente contra ellos y contra todos los demás jugadores intentaré jugar lo mejor que me permitan las fuerzas y disfrutaré mucho jugando ajedrez, ¡Ajedrez del Bueno!, que es, en resumen, lo que más me gusta.
Ahora bien, todo lo que he dicho lleva lógicamente a una observación. Hay un jugador en particular contra el que he tenido cierta ventaja en varias partidas y por alguna razón mi juego decayó y no logre imponerme. No lo veo como sangre en el ojo, simplemente, esas partidas no reflejaron mi verdadero nivel, mi verdadero potencial. Solo puedo decir que procuraré que eso no vuelva a ocurrir y lograr desplegar un ajedrez de mayor calidad.

Si logro jugar con mi mejor ajedrez, no dudo que puedo reclamar para mí la corona del 2011 o de cualquier otro año.