El timonel de la escuela alajuelense de ajedrez, Paul González, concedió una entrevista a Ticochess, luego de que su equipo arrasara en la gran mayoría de categorías en la recientemente finalizada edición de Juegos Nacionales. He aquí sus palabras.
Hola amigos de Ticochess.
Para ser sincero, no soy muy afín a participar en foros o blogs de ajedrez. En este sentido prefiero tener un perfil bajo, pues pienso que cuando nos concentramos en “hablar” (o escribir) puede que dejemos de “hacer”.
Sin embargo, supongo que sería desconsiderado de mi parte negar este tipo de solicitud a un amigo, más si valoramos el gran aporte que generan estos sitios informativos al ajedrez nacional. Que sea esta entonces una oportunidad para agradecer públicamente a todas las personas que directa e indirectamente han colaborado con el desarrollo y mantenimiento de la escuela alajuelense de ajedrez. Aunque lo merecen, no voy a incluir sus nombres pues tendría que escribir un libro; ellos y ellas conocen su valioso aporte, a estas personas les envío mis saludos y mi agradecimiento.
Paso de inmediato a responder tus preguntas:
En Juegos Nacionales, no podemos mencionar "Alajuela" sin relacionarlo con Paul González, ¿cuánto tiempo lleva en el puesto y cuál es la clave para mantenerse como entrenador jefe?
Llegué a Alajuela en 1999, luego de un largo período en el que estuve colaborado con el equipo de mi querido San Ramón.
Al principio, el Comité de Deportes de Alajuela sólo tenía 3 juegos de ajedrez, ningún estudiante, ni siquiera mobiliario para colocar los implementos. A lo largo de la historia del grupo, he tenido que desempeñar distintas funciones de acuerdo a las necesidades propias del mismo según su etapa de progreso. Aunque con frecuencia debo ejercer su representación y tomar delicadas decisiones, con franqueza tengo que aclarar que los éxitos de la escuela corresponden a esfuerzos de muchas personas, y no sólo de una sola. Si hay alguna “clave” en los triunfos de los alajuelenses, este se basa en la capacidad y el compromiso con el que ellos mismos han condimentado el proyecto. Es simple, el mecanismo inicia cuando los ciudadanos y las empresas alajuelenses pagan sus impuestos municipales, los Regidores dirigen un porcentaje de estos recursos hacia el CODEA, quien los aplica en el desarrollo deportivo; en este punto entra al juego un elemento imprescindible: el esfuerzo de los atletas y de sus familias. Como ven, yo soy sólo una pieza dentro de este gran engranaje. Ha resultado vital el que cada colaborador haya sabido emplazarse en la función en la que más puede beneficiar al equipo.
Cuántos jóvenes participan normalmente en el proceso y cuántas jugadores clasificaron a la final. ¿Cómo nace el reclutamiento o cómo se nutren las bases alajuelenses?
La participación en la etapa clasificatoria de JDN es para nosotros una fase en el desarrollo de cada jugador. Obviamente muchos de los nuevos quedan eliminados de la primera competencia, pero ganan en experiencia y motivación. Este año inscribimos 58 jugadores y 35 de ellos clasificaron a la última etapa (nos sentimos orgullos de ambos datos pues reflejan tanto calidad como masificación).
Principalmente, el grupo se renueva por medio de talleres estudiantiles de carácter rotativo. En la actualidad, y a pesar de su importancia, hemos tenido dificultades para dar regularidad al programa de reclutamiento pues la gran cantidad de miembros (y sus diferenciados niveles) consumen el tiempo del cuerpo técnico. La escuela de ajedrez de Alajuela necesita un cambio urgente en este sentido pues corre el riesgo de que su gran tamaño deje de ser una virtud y se convierta en un enorme obstáculo. Nosotros ya hemos hecho solicitudes al respecto, pero es complejo que se entienda la relevancia de estas recomendaciones cuando el ajedrez se analiza exclusivamente desde la lógica de entrenamiento aplicada a los deportes físicos. En uno u otro sentido, este equipo enfrentará transformaciones importantes en el corto plazo.
Con tantos Juegos Nacionales encima, cómo ve el nivel en general de nuestros atletas, y cómo podría aprovechar el ajedrez nacional este recurso.
Los Juegos Deportivos Nacionales son una actividad imprescindible dentro del calendario de un deporte individual como el nuestro. Este evento constituye una herramienta fundamental para la motivación y la formación de los jóvenes ajedrecistas, pues es la única competencia en que se valoran los resultados de una colectividad que comparte vínculos geográficos; en palabras simples, los participantes no sólo integran equipos cantonales, además les dan una identidad, un espíritu a los mismos.
Aún cuando su importancia es innegable, los que llevamos tiempo en esto sabemos que los J.D.N. han evolucionado muy poco durante los últimos 20 años; incluso en ocasiones se dan retrocesos de una edición a otra. Resulta evidente que nuestros dirigentes no han logrado más que “apagar el incendio” y cumplir con la celebración anual del evento (aclaro, por si acaso, que soy de los que agradece el trabajo ad honorem de tantas personas en la federación u otras comisiones, y pienso que para tener el derecho moral de hacerles críticas, por lo menos hay que ostentar la categoría, y la experiencia, de dirigente regional de ajedrez… por supuesto, este requisito debería exigirse también a quienes se ofrecen para un puesto superior, pero esa es otra historia…).
Los J.D.N. pueden y deben mejorarse, si no desde el ICODER, al menos desde nuestra escaqueada “trinchera”.
En Costa Rica hay mucho talento y amor por el ajedrez. Igualmente, la facultad de acceso a la tecnología (computadoras, programas, bases de datos, libros, internet, etc.) es, en promedio, más que aceptable.
En los atletas, de todo nivel, falta disciplina; pero lo cierto es que habría más compromiso si hubiera oportunidades reales (a nivel nacional).
Tristemente, un ajedrecista de alto rendimiento posee un panorama sombrío ante la incapacidad, o falta de interés, en algunos casos, de su Comité de Deportes en apoyarle. De la misma forma, tanto en la FCA como en el CON, las limitaciones son mayores que las esperanzas…
Por supuesto que existe el recurso humano, pero carecemos de la organización que nos permita explotarlo. Desde esta perspectiva, se vuelve secundario considerar qué podría aprovechar el ajedrez nacional. La prioridad debería ser una: su estructura.
¿Tienen alguna tradición en especial para celebrar?
Alajuela ha ganado 4 de las últimas 7 ediciones de Juegos Deportivos Nacionales (resultados destacadísimos, considerando la calidad de los rivales). Sin embargo, no se ha instaurado una tradición especial, a nivel del grupo, para celebrar el final de la competencia. Normalmente hacemos una “fiesta-pimponera” un par de semanas después de volver de J.D.N., y también el Comité de Deportes suele organizar una actividad de premiación para todos los finalistas. Definitivamente el equipo disfruta mucho durante el acto de clausura, sobre todo si hemos ganado la competencia. Pero a pesar de los aplausos, las fotografías, los ruidos y las celebraciones creo que la mayoría en el grupo entiende los resultados (buenos y malos) como una consecuencia de acciones previas, y que aunque pueden disfrutarse, no deben sobredimensionarse, pues al fin y al cabo, esta es en esencia una oportunidad para procurar superarse a sí mismo. A mí la experiencia me ha acostumbrado a darle gracias a Dios cuando después de casi una semana logramos entregar, con bien, los muchachos a sus familias.
Ticochess felicita a Paul y a todo el equipo de Alajuela, ¡Salud Campeones!
1 comentario:
atentamente Roberto campos
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